Por Redacción Puntualizando Digital
Jerusalén. – En un hecho sin precedentes para Medio Oriente, Israel y Hamás firmaron un acuerdo de paz que pone fin a más de dos años de enfrentamientos, con la mediación directa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien fue recibido este lunes en el Knesset (Parlamento israelí) con honores y aplausos en reconocimiento a su papel clave en la negociación.
El pacto, considerado por analistas internacionales como el primer paso hacia una paz duradera, establece el cese total de hostilidades, la liberación de todos los rehenes israelíes vivos en poder de Hamás y el canje por más de mil novecientos prisioneros palestinos. Asimismo, Israel se compromete a una retirada progresiva de sus tropas de Gaza y a permitir el ingreso de ayuda humanitaria y equipos de reconstrucción bajo supervisión internacional.
El acuerdo fue alcanzado tras semanas de negociaciones en El Cairo y Doha, con la participación de Egipto, Catar y Estados Unidos como garantes. Durante la ceremonia de firma, tanto representantes del gobierno israelí como líderes políticos palestinos coincidieron en que se trata de un acuerdo imperfecto pero necesario para detener el sufrimiento de las poblaciones civiles.
En su discurso ante el pleno del Congreso israelí, Donald Trump celebró la firma del pacto como una victoria de la diplomacia sobre la guerra. “Hoy comienza una nueva era de esperanza. Israel y el pueblo palestino merecen vivir sin miedo. Este acuerdo no busca ganadores o perdedores, sino la paz que tantas generaciones esperaron”, expresó.
El presidente también destacó que su equipo continuará acompañando las siguientes fases del plan, que incluyen la reconstrucción de Gaza, la creación de un Consejo Provisional de Administración Civil y el establecimiento de mecanismos de verificación internacional para garantizar que la tregua se cumpla. Trump fue recibido por el primer ministro Benjamín Netanyahu, quien lo describió como el mejor amigo que Israel ha tenido en la Casa Blanca y le agradeció haber logrado lo que durante décadas parecía imposible.
La firma del acuerdo fue celebrada por líderes del mundo árabe y por la Unión Europea, que calificó la tregua como un rayo de esperanza en una región marcada por el dolor. El secretario general de la ONU instó a las partes a mantener los compromisos y trabajar por una paz estructural y sostenible.
En Palestina, miles de personas salieron a las calles de Ramala y Gaza para celebrar la liberación de prisioneros, mientras en Israel se vivieron escenas de emoción por el retorno de los rehenes a sus hogares.
El enfrentamiento entre Israel y Hamás se intensificó tras los ataques del 7 de octubre de 2023, en los que más de mil doscientos israelíes murieron y decenas fueron secuestrados. La respuesta militar de Israel derivó en una ofensiva masiva sobre Gaza, con miles de víctimas civiles y una devastación que atrajo la condena internacional.
Durante más de dos años, las treguas temporales fracasaron, mientras los intentos de mediación de la ONU, Egipto y Qatar se estancaban por falta de garantías. Fue a mediados de 2025 cuando el presidente Trump, quien había anunciado su intención de liderar una nueva iniciativa de paz para Medio Oriente, propuso un plan de tres fases: cese al fuego y liberación de rehenes, desarme progresivo de las milicias y retirada militar israelí, y reconstrucción con un marco de gobernanza civil mixta para Gaza.
Tras intensas negociaciones, Hamás aceptó la mediación y el plan fue firmado en Jerusalén con el respaldo de Estados Unidos, Egipto y Catar. Con la implementación del acuerdo, se abre una etapa de reconstrucción en Gaza y de reconciliación regional.
No obstante, expertos advierten que la paz será frágil mientras no se resuelvan los temas de fondo: la seguridad fronteriza, la soberanía palestina y el desarme de las milicias. El acuerdo, aunque histórico, será recordado como el inicio de una compleja pero necesaria travesía hacia una convivencia más justa entre israelíes y palestinos.




