La República Dominicana es considerada como un paraíso terrenal por sus múltiples bellezas escénicas, que comprenden desde playas, ríos, balnearios, lagos, parques nacionales, reservas científicas, paisajes entre otros atractivos. No en vano se dice que el descubridor Cristóbal Colón, al llegar al Valle de la Vega Real, dijo que estas tierras eran lo más hermoso que ojos humanos habían visto.
Recientemente El astronauta ruso Oleg Víktorovich Novitski publicó una foto de República Dominicana desde la Estación Espacial Internacional (ISS, en inglés), a una altura aproximada de 400 y una velocidad superior a 27,000 kilómetros por hora. El científico y militar acompañó la fotografía de un texto en el que destaca las bondades turísticas de este país.
“Miré por la ventana y allí volamos sobre el país más visitado del Caribe: República Dominicana.
Este paraíso en la Tierra es recordado por los huéspedes por sus fantásticas vistas y su naturaleza, que conquista tanto que involuntariamente uno quiere formar parte de él”, señala el texto de Víktorovich Novitski.
Entre estas bellezas naturales se encuentra El Parque Nacional Cotubanamá (antes Parque Nacional del Este), que es uno de los destinos turísticos más populares de la República Dominicana. tiene una superficie de 791.9km2; de los cuales la masa terrestre principal es una península cubierta de Bosque Tropical y Bosque Subtropical Seco. Es una reserva de gran importancia arqueológica y de una belleza impresionante, es reconocida como hábitat de miles de especies de flora y fauna, muchas de ellas endémicas de la región.
Es el parque nacional más visitado por turistas, por sus grandes atractivos y por estar localizado en el centro de importantes complejos turísticos.
Este Parque Nacional incluye la isla Saona y el Cayo Catalinita. La isla Saona se encuentra al sur de la península separada por el Canal de Catuano y está orientada de Este a Oeste; su forma es alargada de 22 km de largo por 5-6 km de ancho. Su superficie es de 110 km².
La Isla Saona es uno de los lugares que todo turista nacional o internacional debe incluir en su tour en República Dominicana, si apuesta por el disfrute de un lugar auténtico, algo que parece sacado de un cuento de hadas, se puede decir que es un verdadero paraíso. Su acceso es en barco, saliendo generalmente desde Bayahibe o desde Casa de Campo, en La Romana.
La isla mide 110 kilómetros cuadrados y cuenta con dos asentamientos humanos permanentes: Mano Juan, un pueblo de pescadores y Catuano, donde hay un destacamento de la Marina de Guerra.
Mano Juan:
Mano Juan es uno de los asentamientos que están en la Isla Saona y dentro del Parque Nacional, que como ya dijimos es una reserva natural, protegida por el Estado Dominicano a través del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Es un pequeño poblado de pescadores que habitan en casas de madera humildes y coloridas.
En principio los habitantes de Mano Juan se dedicaban a la agricultura, a la cría de animales domésticos, a la quema de carbón y a la pesca, pero luego de declarar el lugar como área protegida en 1975, a través del decreto núm. 1311 del 16 de septiembre, la isla fue declarada parte del Parque Nacional del Este, hoy Cotubanamá, no se permite la agricultura ni las demás actividades agrícolas por los daños que pueden ocasionar a esta importante Reserva Natural..
Los habitantes de esta localidad son personas de trato muy cordial, siempre dispuestos a servir, hoy día tienen como sustento la pesca y elaborar algunos artículos típicos del país para vender a los visitantes. Pero necesitan que se tomen otras acciones para ayudarlos a obtener los ingresos que les permitan vivir dignamente, ya que actualmente no reciben los beneficios que debería proporcionarles el auge del turismo a Mano Juan.
Entre los atractivos principales están sus hermosas playas, con aguas azul verdosas, cuevas que poseen huellas dejadas por la cultura taina, manantiales de aguas cristalinas como el Manantial de las Gaviotas, tiendas de regalos, un restaurante, un hotel con 10 habitaciones y casas con habitaciones para el alojamiento de turistas. Además, se puede degustar un exquisito pescado que es uno de los placeres de la gastronomía artesanal, pero también se pueden degustar platos a base de yautía, yuca, ñame, arroz y otros productos agrícolas que se producen en la isla.
Esta hermosa reserva natural, es de una belleza exótica que logra cautivar y embelesar al visitante.
Trabajo especial para Revista del Comercio
Por: Milly Contreras