Cristiano Ronaldo sigue acumulando hitos hacia el histórico gol número 1.000 de su carrera. En el duelo frente a Al-Gharafa, el astro portugués compuso un doblete que se acercó a su equipo a la victoria y dejó a la afición extasiada. Ahora, sólo le separan 86 tantos de la cifra mágica, y su instinto depredador no deja dudas de que lo logrará.
La actuación del portugués no solo consolidó la victoria de Al-Nassr, sino que también dejó claro que su ambición y calidad permanecen intactas. Con 450 goles desde que cumplió los 30 años, Cristiano sigue demostrando que su lugar entre los mejores de la historia no es casualidad.
Por su parte, Al-Gharafa poco pudo hacer frente a un equipo que, liderado por el hambre de gol de Cristiano y el dinamismo de su nueva generación de talentos, impuso un ritmo arrollador. Sergio Rico, portero rival, vivió una noche de pesadilla, especialmente tras el segundo tanto, donde la defensa quedó desbordada por completa.
El joven extremo brasileño, canterano de Santos y traspasado a Al-Nassr desde el Chelsea el pasado verano, estaba con la ‘flechita para arriba’ y culminó su gran actuación asistiendo a Cristiano en el 64′ para dejar el partido completamente sentenciado. El luso recibió en el pico del área, dejó por los suelos a su par con un recorte… y la puso imposible al palo largo defendido por Sergio Rico.
