El país sube siete puestos en el ranking 2025 y se consolida como destino
Santo Domingo, R.D. – La República Dominicana avanza hacia un entorno más favorable para los negocios, al mejorar su ubicación en el Global Business Complexity Index (GBCI) 2025, elaborado por TMF Group. Este año, el país se posiciona en el lugar 53, una caída de siete escalones respecto a 2024, lo que representa una reducción en la complejidad regulatoria y operativa para las empresas.
El informe resalta avances concretos como la simplificación del registro mercantil, mejoras en la presentación de impuestos, y el fortalecimiento de plataformas digitales, lo que ha reducido tiempos y costos para operar negocios. También se destacan los incentivos fiscales en las zonas francas, considerados un pilar clave para atraer inversión en manufactura, turismo y tecnología.
“La República Dominicana está dando pasos firmes hacia un entorno empresarial más eficiente y predecible,” afirmó Adrián Owen, Jefe de América Central en TMF Group. “Esta mejora no solo facilita la inversión extranjera, sino que refuerza la confianza en el país como plataforma estratégica en la región.”
Mejora frente a la región
Aunque el país aún enfrenta desafíos como la frecuencia de cambios tributarios y la obligación de contar con un representante fiscal, su progreso ha sido significativo. En 2023, la República Dominicana ocupaba el puesto 18 en el mismo ranking, figurando entre las jurisdicciones más complejas de Centroamérica y el Caribe.
En 2025, su posición intermedia lo coloca por debajo de países como México (3), Colombia (5) y Brasil (6), y por encima de otras naciones centroamericanas como El Salvador (46), Nicaragua (50) y Costa Rica (58).
Clima de negocios con visión de futuro
El reporte destaca que la República Dominicana ha reforzado su capacidad de resiliencia comercial, diversificando rutas de exportación y fortaleciendo relaciones con mercados clave de América, Europa y Asia. Además, inversiones en infraestructura logística y digital han elevado su competitividad frente a disrupciones globales.
En el plano interno, el sector empresarial responde a desafíos como la inflación y la escasez de talento mediante iniciativas de capacitación, digitalización y sostenibilidad, fortaleciendo así su proyección a largo plazo.
“Aunque Estados Unidos sigue siendo su principal socio, el país ha ampliado su alcance exportador, posicionándose como un destino resiliente y confiable para la inversión,” concluyó Owen.
Con un marco regulatorio más eficiente, incentivos claros y apertura comercial, la República Dominicana continúa su transformación en un mercado competitivo para la inversión global.
Por Ismael Ruiz
