abogado penalista.
Durante años, en los tribunales del país, se ha convertido en una especie de relajo la práctica de presentar certificados médicos falsos con el fin de aplazar audiencias judiciales. He visto cómo imputados presentan documentos por supuestos “golpes de calor” que les otorgan licencias de hasta 15 días, obligando a los jueces a suspender procesos en cumplimiento del derecho fundamental a la salud, tal como lo consagra la Constitución de la República.
Lo mismo ocurre con frecuencia en el ámbito laboral: empleados que pasan el fin de semana en fiestas, teteos, bebidas y cherchas, el lunes no quieren ir a trabajar y envían por WhatsApp un supuesto certificado médico. ¿El resultado? Se les paga el día sin haber trabajado, mientras se recuperan de la resaca.
Sin embargo, esta práctica tendrá consecuencias más serias. A partir del 3 de agosto de 2026, con la entrada en vigencia del nuevo Código Penal, los médicos que incurran en este tipo de falsedad enfrentarán sanciones importantes.
El artículo 354 del nuevo Código establece lo siguiente:
“Los médicos que expidan un certificado falso sobre la existencia o inexistencia, presente o pasada, de una enfermedad o lesión de una persona, o sobre su causa de muerte, serán sancionados con uno a dos años de prisión menor y multa de tres a seis salarios mínimos del sector público.”
Pero no solo serán sancionados los médicos. También se aplicará la misma pena a quien haga uso fraudulento de ese certificado.
Además, el mismo artículo incluye un párrafo que endurece las sanciones:
“Estas penas serán aumentadas de dos a tres años de prisión menor y multa de nueve a quince salarios mínimos del sector público en los siguientes casos:
1) Si quien comete el hecho es un médico forense u otro profesional de la medicina, en el ejercicio de sus funciones, que presta servicios en el sector público.
2) Si como consecuencia del certificado falso, una persona sana resulta recluida en un hospital o centro de salud mental, o se le exime de alguna responsabilidad penal por la infracción cometida.”
La emisión y uso de certificados médicos falsos no es una simple “viveza”; es un delito. El nuevo Código Penal viene a recordárnoslo con toda claridad.
