El brasileño transformó la imagen documental en arte con conciencia social
París, Francia – 23 de mayo de 2025. El mundo del arte y la fotografía está de luto. El reconocido fotógrafo brasileño Sebastião Salgado falleció este viernes a los 81 años en París, dejando un legado inmenso de imágenes que documentaron la belleza y la crudeza del ser humano y la naturaleza.
Salgado fue mucho más que un fotógrafo: fue un cronista visual de los olvidados, los desplazados, los trabajadores y los paisajes devastados por la acción humana. Su estilo inconfundible en blanco y negro, de fuerte carga emocional y estética, convirtió su obra en referencia ética y artística.
Formado originalmente como economista, Salgado decidió dedicarse a la fotografía a los 30 años. Desde entonces, viajó por más de 100 países retratando realidades que el mundo prefería no mirar. Entre sus trabajos más reconocidos están los libros “Trabajadores”, “Éxodos” y “Génesis”, este último dedicado a mostrar los rincones vírgenes del planeta.
Fue cofundador de la agencia Amazonas Images y miembro destacado de Magnum Photos. En los últimos años, junto a su esposa Lélia Wanick Salgado, impulsó un proyecto de reforestación en Brasil que devolvió la vida a miles de hectáreas devastadas en el estado de Minas Gerais.
Sebastião Salgado recibió numerosos reconocimientos internacionales, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, la Legión de Honor de Francia, y una nominación al Oscar por el documental “La sal de la tierra” (2014), dirigido por Wim Wenders y su hijo, Juliano Salgado.
En palabras del propio artista: “La fotografía no cambia el mundo, pero puede mostrar cuándo el mundo necesita cambiar.”
Hoy, el mundo pierde a uno de sus más grandes narradores visuales. Su obra, sin embargo, seguirá hablándonos por generaciones.
Por Puntualizando Digital