WASHINGTON Un influyente panel asesor federal rechazó el viernes por abrumadora mayoría un plan para aplicar vacunas de refuerzo de Pfizer contra el COVID-19 a la mayoría de los estadounidenses, pero sí avaló las inyecciones adicionales para quienes tengan 65 años o más, o quienes corran riesgo de desarrollar un cuadro grave.
Las dos votaciones representaron un duro golpe a la iniciativa del gobierno del presidente Joe Biden de reforzar la protección de casi todos los estadounidenses frente a la contagiosa variante delta.
La decisión fue tomada por un comité de expertos externos que asesoran a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).
En un movimiento sorprendente, el panel rechazó primero, por 16 votos a favor y 2 en contra, la aplicación de refuerzos para casi todo el mundo. Los miembros señalaron la carencia de datos sobre la seguridad de las dosis adicionales y también plantearon dudas sobre el valor de los refuerzos masivos, en lugar de los dirigidos a grupos específicos.
Luego, en una votación por 18 a favor y 0 en contra, avalaron las dosis adicionales para ciertos sectores de la población de Estados Unidos, concretamente las personas que corren más riesgo frente al virus.