Washington, D.C. – La seguridad nacional continúa siendo una prioridad clave para el Gobierno de los Estados Unidos, que ha reforzado sus controles sobre todas las categorías de visa a través de un riguroso proceso de revisión. Este incluye verificaciones exhaustivas en bases de datos de agencias de seguridad y antiterrorismo, y ninguna visa será emitida hasta completar todos los chequeos.
Además, los controles no se detienen tras la emisión de la visa. Los titulares deben cumplir estrictamente con las leyes migratorias del país; de lo contrario, se exponen a la revocación de su visa y a la expulsión.
Como parte de un esfuerzo interinstitucional, las autoridades estadounidenses también intensifican la lucha contra el fraude migratorio. El Gobierno ha advertido que quienes cometan fraude en el proceso de visado podrían enfrentar una prohibición permanente de entrada al país.
Estas medidas forman parte de un plan integral para salvaguardar la seguridad del territorio y proteger a sus ciudadanos frente a posibles amenazas.