Washington D.C. fue escenario de una tragedia aérea la noche del 29 de enero de 2025, cuando un avión comercial con 64 personas a bordo colisionó con un helicóptero militar sobre el río Potomac. La aeronave, que se encontraba en maniobras de aproximación al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, perdió estabilidad tras el impacto y terminó estrellándose en el agua.
Los equipos de rescate iniciaron una intensa operación en busca de sobrevivientes, pero hasta el momento solo se han recuperado cuerpos sin vida. Las bajas temperaturas del agua han complicado las labores de búsqueda, lo que reduce las esperanzas de encontrar pasajeros con vida.
El helicóptero militar involucrado en la colisión realizaba un vuelo de entrenamiento con tres tripulantes a bordo. Según reportes preliminares, la colisión ocurrió en condiciones de buena visibilidad, lo que ha generado interrogantes sobre los factores que pudieron contribuir al accidente.
Entre los pasajeros del avión viajaban reconocidos atletas, incluyendo un grupo de patinadores sobre hielo que regresaban de un evento en Kansas. Sus nombres han sido mencionados entre las posibles víctimas, aumentando la conmoción en la comunidad deportiva.
El presidente de Estados Unidos expresó sus condolencias y pidió una investigación exhaustiva para esclarecer lo sucedido. La Administración Federal de Aviación y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte han iniciado las pesquisas para determinar las causas del choque y evaluar si hubo errores humanos o fallos en los protocolos de tráfico aéreo.
El accidente ha traído a la memoria el trágico suceso de 1982, cuando un avión de pasajeros también cayó en el río Potomac tras despegar del mismo aeropuerto, dejando decenas de víctimas fatales. La comunidad de Washington sigue en estado de conmoción mientras avanza el proceso de recuperación de los restos y la identificación de las víctimas.