El Gobierno de Giuseppe Conte ha establecido un confinamiento entre el 24 de diciembre y el 6 de enero, que si bien no será tan extremo como el de la primavera, sí impondrá limitaciones en el movimiento y el cierre de actividades no esenciales.
Durante diez días solo se podrá caminar cerca de casa, hacer deporte y recibir visitas de dos adultos en casa. Permanecerán cerrados bares, restaurantes, tiendas y centros estéticos, mientras que seguirán abiertas las librerías, las farmacias, los supermercados, los kioscos de revistas y las peluquerías, entre otros.
El día de Navidad, además, Francisco no se asomará como todos los años al balcón central de la basílica vaticana para evitar congregaciones de fieles en la plaza de San Pedro, por lo que impartirá a los 1.200 millones de católicos del mundo su bendición ‘urbi et orbi’ desde dentro de la basílica. Todo será retrasmitido en directo por Internet.
Está previsto que, en esta ocasión, el Papa se dirija «a la ciudad y al mundo» y que reitere su petición para que se ponga fin a las situaciones de guerra e injusticias en todo el mundo. Se trata de un gesto extraordinario que ya puso en práctica el pasado domingo de Resurrección en pleno confinamiento extremo durante la primera ola de la emergencia sanitaria.
El 31 de diciembre celebrará las vísperas y el Te Deum en acción de gracias por el año que termina y la primera celebración del 2022 tendrá lugar el mismo 1 de enero, Solemnidad de María Santísima, Madre de Dios, y la 54 Jornada Mundial de la Paz, que este año lleva por título ‘La cultura del cuidado como camino de paz’.
El Papa celebrará además una misa a las 10:00 horas en la basílica de San Pedro, mientras que el miércoles 6 de enero presidirá la eucaristía de la solemnidad de la Epifanía del Señor.